(O reflexiones incoherentes de medianoche)
¿Cómo se salva una vida? ¿Cómo se ayuda cuando tu ayuda es destructiva? Cuando una crisis alcanza su cénit y ya no hay vuelta atrás, ¿cómo se hace para arreglar todo lo que la propia voluntad rompió? ¿Cómo puede ayudar uno a pegar las piezas del corazón que quebró?
Hay tantos caminos como formas de ver el mundo, y nadie podría decidir cuál es el más adecuado a seguir sin antes pensar en todas las personas a las que hizo sufrir.
Pero entre las millones de posibilidades que hay, existen dos caminos bien separados: el fácil; el hacer de cuenta que nada pasó, hasta poder creerlo y seguir adelante como si nada hubiera pasado realmente; o el difícil, el hacerse cargo, el continuar firme si se sabe que la decisión tomada es la mejor. Pero este último es también el que más lastima. Y, sin embargo, a largo plazo los corazones sanan más rápido cuando el golpe es fatal, pero es uno solo, que a los montones de pequeños y filosos golpes que el día a día de un amor fingido causa.
¿Cómo remendar un corazón que era inevitable que rompieras? No se puede hacer nada, sólo dejar que el tiempo cure. No hay mejor bálsamo que el que la luz de la luna noche a noche va dejando caer, y por más que el sentimiento de culpa se esconda en cada rincón de todos esos lugares que ustedes dos solían llenar de risas, para intentar asaltarte a mano armada cuando menos lo esperes, tené siempre la seguridad de que lo mejor no es nunca lo forzado, sino aquello que siente el corazón.
Mejor es a veces que los caminos se separen, porque aunque compartan una misma meta, puede que el aprendizaje que se debe atravesar sea distinto. Todo va a estar bien. La única forma de que ayudes a salvar esa vida es dejándola ser, pero ser sin vos. Hasta que logre entender que es indispensable que antes de entregarse a otro, pueda entregarse a sí misma. A sí mismo. Quererse antes de querer, para poder querer bien, y para que lo quieran bien.
"(.....)Mejor es a veces que los caminos se separen, porque aunque compartan una misma meta, puede que el aprendizaje que se debe atravesar sea distinto. Todo va a estar bien. La única forma de que ayudes a salvar esa vida es dejándola ser, pero ser sin vos. Hasta que logre entender que es indispensable que antes de entregarse a otro, pueda entregarse a sí misma. A sí mismo. Quererse antes de querer, para poder querer bien, y para que lo quieran bien. "
ResponderEliminarMe gusto mucho este párrafo, y la verdad me siento identificado con él, Yo soy una de esas personas que por algún motivo, no creen en sí mismo "no se quiere", por así decirlo, de alguna forma la gente que te rodea, la familia principalmente te enseño que no vales ni mierda, que sos un fracasado antes sus calificadores ojos, donde con el tiempo, y luego de mucho meditar notas que por medio de distintas humillaciones; dichos; frases; calificaciones, te trataron de cobarde, de inepto, de poco inteligente y uno se queda con todo eso porque principalmente "como me va mentir Mamá o Papa? Si son las personas que más me quieren ????" Luego pasa el tiempo y dejas de ser su hijo para ser "hijo de la vida" como decía el escritor Sirio Kalil Gibran y uno se encuentra caminado solo por un camino donde siente que jamas, haga lo que haga va a salir adelante, con el tiempo descubrís terapia, y dentro de toda esa gran madeja de hilo que es tu vida, encontras las frases y recuerdos poco felices de esos atentados contra tu ser, de ese "terrorismo emocional" donde se te comparaba con un proser que salvaba al universo, el cual vos, por supuesto, tenias que emular, pero casi con descuidos te miraban y te decían "Pero vos no vas a poder" y te enviaban a aquella fatídica misión, competir con un ideal es desastroso, porque uno competía Por amor, por ese amor de Mamá, por ese amor de Papá, algo que te frustra mucho, porque seguís siendo siempre él numero dos en su lista, hoy me descubro siguiendo sus caminos, intentando superarlos en algo que ellos quisieron hacer y yo la verdad no sé si quiero, sigo con ese complejo infantil de buscar un abrazo, un mimo que me diga que valgo, es triste pero es mi vida así, y aunque parezca mentira, no se como cambiarla, porque estoy en un lugar donde la gente no te ayuda (es mas: Compite) por la edad que tenes; Mamá y Papá ya no son esas figuras que en cierta forma eran tu referentes y todo lo sabían (es mas muchas veces ni se hacen cargo de lo que hicieron, porque ya "sos grande" así que jodete) y yo sigo, encerrado en mi laberinto. La verdad mi vida hoy por hoy le sienta como si fuera la un "perro de estación" perdí mi dueño, a todo el mundo le muevo la cola a ver si le caigo bien, mas de una vez perseguí a alguien que luego de un rato se daba vuelta y me echaba y yo volvía nuevamente a ocupar mi lugar en la estación. Que sé yo, soy difícil de explicar, pero más difícil es salir, quizás el amor verdadero, la paciencia, la comprensión si ayuden y mucho, porque uno no maximizar los errores: "Me quieren a pesar de lo mis errores" algo que parece lógico, pero para mi universo de aspiraciones perfectas, uno no lo cree, la verdad es una pobre vida la de aquel que no se ama, porque tiene una larga condena: competir con algo que nunca va vencer y ser siempre él numero dos en una competencia que nunca pidió entrar....
(y se que escribi mucho, pero no pude encontrar demaciada sintesis, porque como que le restaba informacion a lo que queria expresar)
Es tan fácil distinguir lo que es inevitable? A veces lo que uno cree que es mejor es sólo una salida fácil para uno de los dos, y piensa que hace lo mejor por los dos. No se puede forzar a una persona a sentir algo, a inventar algo que no existe. Pero hay cosas que si son inevitables cuando se está del otro lado, como cuando uno ama tanto pero tanto a alguien que solo deseas que sea feliz, pero no podés evitar llorar cuando pensás que no va a ser con vos. Cuando uno intenta volver a lo que era antes (o hubiera querido ser) pero cuando menos es conveniente te despertás a pocos minutos de tener que levantarte después de un sueño que parece un eco de algo que ya no vuelve, y es como si todo el cuerpo fuera de plomo al tener que volver a la realidad. Pero cómo le decís a un corazón que deje de atentar en contra de uno? Que deje de extrañar cosas que antes parecían casi cotidianas, o a las que uno no le daba importancia, y ahora daría lo que no tiene por volver a vivirlas en eso que hoy por hoy parece un sueño pasajero. Siempre para uno de los dos las cosas son más fáciles o díficiles que para el otro, y a veces uno se cansa de estar en el lugar del que lucha contra lo díficil, que no puede convertirse en esa persona fría que tantas veces quisiera ser, que puede guardar sus cosas en un lugar encriptado y que ya no lo molesten más. Pero el corazón es idiota. O uno es idiota, y le gusta sufrir, o no; a lo mejor es que sólo puede enfrentar las cosas así (Porque desde hace mucho siempre vió que las cosas pasaban así a su alrededor). Pero no, porque si uno pudiera, dudo mucho que eligiese sufrir, eso si que es algo inevitable. Entonces se complica cuando tratás de hacerle entender a la cabeza que por más fuerte que sea ese amor que se siente, ya no sirve. Y ahí el amor te duele, y mucho. Yo no elijo sufrir, es lo que me tocó acá, por tener algo adentro que no busqué, por sentir que algo que era diferente a todo el resto ya no está. Y es peor cuando pese a la edad o la inexperiencia, más de una vez sentiste ese algo diferente que te hace estar seguro de que no era uno más que pasó por tu vida, era esa persona especial, a la que nadie va a poder parecerse, era ese amor especial y diferente, que mucha gente llama con nombres mas cursis.
ResponderEliminarY sí ya de por sí el corazón es idiota, cuando la cabeza complota con el corazón es que la crisis alcanza un límite terrible.
Es difícil estar en este lugar cuando uno sabe que esto ya lo vivió. Amás, pero ahora es lo peor que te puede pasar, porque amás a alguien que ya no tiene lugar en tu vida, que ya no podés saber si esta bien o mal, las cosas que le pasan. Y uno se va a dormir pensando que va a despertar mejor, pero tenés esa presencia invisible de esa persona todavía mas cerca. Tan cerca como inalcanzable, y duele.
Otra cosa ya no puedo hacer, quedarme en este lugar, porque por más que intenté no puedo moverme.
Porque te amo, más de lo que alguna vez creo que pueda sentirlo por otra persona, porque te amo y me parte sentir que sos un fantasma de un recuerdo que tengo, que cada vez va quedando más y más en el pasado pero no por eso fuera de mí. Y porque cada día es tan difícil empezar sabiendo que todo sigue igual, como era en algún momento, pero yo ya no. Porque hoy hace cuatro meses era la persona más feliz sobre la Tierra, y ahora trato de encontrar un lugar para no caerme.
Pero no puedo hacer otra cosa. Puedo esperar, pensando que algo va a cambiar, puedo no esperar nada y seguir, pero de cualquier manera voy a seguir sintiendo esa cosa adentro mío, que me frena todo el tiempo.
Intento querer bien, pero todo es más difícil cuando siento las cosas de la forma que las siento yo. Intento no amar, y es tan o más difícil que eso.
(No tendría que comentar esto, pero si siempre me tomo libertades para hacer lo que esta mal, también lo hago con algo que habla de mí)