viernes, 29 de octubre de 2010

De pauvres promesses

Ya no hay forma de expresar todo lo que siento.
Ahora que probé lo que se siente decir lo que se piensa, ya no existe otra manera en la que mis verdades quieran ser conocidas: No puedo escribirlas, porque podrían ser muy hirientes; y no puedo guardarlas, porque podría herirme mucho.
Pero se hace difícil, casi imposible, decirlas. Lo hacen difícil.

Parece que es matar o morir, mas no es así.
Sin embargo, mientras los demás crean que es así, prefiero morir.